Ir al contenido principal

Virginia Tech

Lo admirable es que el hombre siga luchando y creando belleza en medio de un mundo bárbaro y hostil.
Ernesto Sábato


32 vidas, 32 vidas, cuanto vale el sufrimiento de una persona, ¿acaso vale la vida de 32 personas?, díganmelo por favor, yo no lo creo, ni siquiera creo poder valorar mi propia vida y la de mis allegador por la de 32 personas, aunque nunca las haya visto.

¿A quién no les acercamos para decirle tu eres el culpable?, culpamos la cultura de violencia del gigante de Norteamérica, culpamos el fácil acceso de armas, o tal vez al agresor y a su origen surcoreano a pesar de que ha vivido la mayor parte de su vida en los “Estados” y que su recuerdo de Sur Corea a lo mejor es vago.

Como puede uno familia, amigo o simplemente estudiante, volver a las tenebrosas instalaciones después de semejante hecho, como se acostumbran las personas que en 1999 vieron dos jóvenes una década menor que este agresor eliminar doce víctimas mucho más jóvenes que estas en Columbine, allá mismo en los Estados.

De donde se saca la fuerza por marchar tan lejos de casa, lejos de tu hogar y tu familia, a estudiar para ser ajusticiado por ello, ¿como vivimos con la culpabilidad de no prestar atención o de simplemente ser inútil ante tan descomunal agresión?

¿Qué hago yo como estudiante?, todos mis amigos son estudiantes, tienen hijos que estudiantes que viven allá en los “Estados”, ¿Qué les digo? ¿Qué todo esta bien? ¿Qué esas cosas pasan?

Un estudiante, solitario, decide asesinar 32 personas con las que convive desde hace ya algunos cuatro años, ¿es esto algo que pasa? ¿Cómo puedo decirle a alguien que estas cosas pasan? Es inaudito.

No tengo la fuerza de buscar culpables, ni acusar culturas, me siento agravado por lo que se vive dentro de los “Estados” en lugares de enseñanza, donde te preparan para la vida, para la vida ¡coño!, para la maldita vida que bastante corta es, y en el momento que estamos aprendiendo nos dicen (si preguntarnos) que es hora de irnos y nos punchan nuestro ticket de salida.

32 vidas inocentes no tienen ninguna justificación, una vida inocente no tiene ninguna justificación. ¿Qué nos puede decir la defensa de este agresor para que los perdonemos?, no estamos hablando de un vida cobrada por sed de venganza, sino de 32 vidas, mucho más de la mitad (considerando el número de estudiantes) que no conocían ni sabían de la existencia de este estudiante norteamericano de origen surcoreano.

¿Qué se hace de un mundo tan hostil en donde el flujo de armas es necesario?; y digo necesario porque mientras más armas halla en las calles, más van seguir viniendo, porque por veinte agresores que sostenga este creador de muerte más queremos nosotros alguna para poder defendernos.

….. A todos, desde la jardinería escolar hasta la universidad….

Nota rapidita: en Monte Plata, recientemente una maestra fue herida de gravedad por un estudiante de 16 años que arremetió contra ella varias puñaladas en un salón de clase.

Nosotros no estamos muy lejos de la violencia dentro de los recintos escolares.



Comentarios

Entradas más populares de este blog

Los blogs de la Arroba

La verdad es que el número de blogs anotados en el concurso de Arroba de Oro es sorprendente, asciende a la cantidad de 145 como me dio a conocer Joan en su blog y dedique gran parte de mi tiempo a hojear esas bitácoras que están en búsqueda de la presea dorada. La buena noticia, para comenzar con la buena, es que encontré unas cuantas bitácoras que no había visto y que desde ese día me doy la tare de comenzar a visitar. Una que disfrute mucho fue Jazz en Dominicana de Fernando Rodriguez, y otro apellido que para mí no es de aquí, que narra anécdotas de los diferentes espectáculos de Jazz aquí en el país. Pero no todo fue color de rosa, encontré cantidad de bitácoras que dejaban mucho que desear, personas que duran una eternidad para postear, con una increíble cantidad de faltas ortográficas y post sin coherencia alguna, en realidad no se como me detuve a leer tantos, parece que lo hice para tener la capacidad de expresar mi crítica en mi querido blog. ¡Ojo! No considero este blog me

“Ramona” y para quiénes están hechas las películas. Un comentario muy breve pero necesario.

La película está dirigida y co-escrita por personas muy importantes en mi vida. Pueden tomar cualquier comentario sobre ella con un grano de sal.  En los meses que siguieron al estreno de “Ramona”, de Victoria Linares, la directora se hizo una pregunta crucial: ¿Para quiénes se realizan las películas? La inquietud no sale de la nada, de hecho, es un pensamiento palpable que proviene de este, su segundo largometraje y que seguro la cineasta viene pensando desde su rodaje. En una conversación dentro de la película, Linares y su actriz principal, Camila Santana, le preguntan a una de las chicas ¿quién cree ella que debería ser la protagonista de una película de ficción en donde el personaje principal sea una adolescente embarazada y proveniente de un barrio?  La joven reconoce la capacidad de una actriz de desdoblarse, pero destaca que es imposible interpretar con honestidad algo que no se ha vivido. Este es, tal vez, el principal razonamiento que pesa sobre la película. “Ramona” inicia c

Reseña: Kokoloko [dir. Gerardo Naranjo, 2020]

" ¿Delicado el amor? No, es duro, es áspero y agresivo, es punzante como el espino " - Romeo y Julieta Han pasado nueve años desde que Gerardo Naranjo presentó un largometraje. Ahora, luego de “Miss Bala”, Naranjo presenta no sólo su regreso al cine, sino que lo hace en doble forma; su incursión en el cine anglosajón con “Viena and The Fantomes” y su extraordinaria “Kokoloko”, una experiencia visceral con la que regresa al retrato de la violencia del narco y su opresión en la sociedad.    “Kokoloko” es una mezcla de las tendencias que han marcado el cine de Naranjo previamente: conflictos amorosos y pasionales, violencia y el uso máximo de las facultades que le brinda la cinematografía para contar una historia a su placer.    Filmada en hermosa película de 16 mm, Naranjo utiliza el limitado espacio de su puesta en escena para mezclar tanto el ambiente paradisíaco de este pueblo costero y la claustrofobia en la que están encerrados sus personajes. Marisol (Alejandra Herrer