El día de ayer me enteré de la muerte de una de las personas más humanas que conocí en mi vida, y como es de naturalidad en este mundo esa humildad la tenía porque era un “pobre diablo” como diríamos de las personas de escasos recursos.
Matias era una persona genial, desde el día de que lo conocí, hace ya algunos cinco años, me di cuenta del personaje que era y de la calidad que lo caracterizaba. Siempre apegado a un grupo de aficionados a la lucha, era el alma de esas juntaderas que aparecían de vez en cuando.
A un amigo hoy le digo adiós, obligado a decírselo a su cuerpo porque tenía varios meses que no lo veía, le digo adiós a una persona que me será recordada cada ves que mire las actitudes de las personas, si son buenas porque se parecen a él y si son malas porque son todo lo contrario a él, lo recordaré cuando en coro hagamos bromas, pues era un bufón, cuando juguemos PS2 (PlayStation 2), recordare esa sonrisa que siempre estuvo con nosotros, nunca dejando ver la dureza que le amparaba el día a día.
Aprovecho este espacio para refutar una frase que se usa mucho en defunción “él está en un mejor lugar”, yo creo que a menos que no te este llevando el diablo literalmente (como le pasa a muchos) o ya estés tan viejo que estas harto, la muerte nunca será mejor que la vida.
Para cerrar les dejos con los versos de un argentino que “sabe su vaina” y que esta muy acorde a la presente situación.
Cuando un amigo se va
Cuando un amigo se va
Matias era una persona genial, desde el día de que lo conocí, hace ya algunos cinco años, me di cuenta del personaje que era y de la calidad que lo caracterizaba. Siempre apegado a un grupo de aficionados a la lucha, era el alma de esas juntaderas que aparecían de vez en cuando.
A un amigo hoy le digo adiós, obligado a decírselo a su cuerpo porque tenía varios meses que no lo veía, le digo adiós a una persona que me será recordada cada ves que mire las actitudes de las personas, si son buenas porque se parecen a él y si son malas porque son todo lo contrario a él, lo recordaré cuando en coro hagamos bromas, pues era un bufón, cuando juguemos PS2 (PlayStation 2), recordare esa sonrisa que siempre estuvo con nosotros, nunca dejando ver la dureza que le amparaba el día a día.
Aprovecho este espacio para refutar una frase que se usa mucho en defunción “él está en un mejor lugar”, yo creo que a menos que no te este llevando el diablo literalmente (como le pasa a muchos) o ya estés tan viejo que estas harto, la muerte nunca será mejor que la vida.
Para cerrar les dejos con los versos de un argentino que “sabe su vaina” y que esta muy acorde a la presente situación.
Cuando un amigo se va
Cuando un amigo se va
queda un espacio vacío
que no lo puede llenar
la llegada de otro amigo.
Cuando un amigo se va
queda un tizón encendido
que no se puede apagar
ni con las aguas de un río.
Cuando un amigo se va
una estrella se ha perdido
la que ilumina el lugar
donde hay un niño dormido.
Cuando un amigo se va
se detienen los caminos
se empieza a revelar
el duende manso del vino.
Cuando un amigo se va
galopando su destino
empieza el alma a vibrar,
porque se llena de frío.
Cuando un amigo se va
queda un terreno baldío
que quiere el tiempo llenar
con las piedras del hastío.
Cuando un amigo se va
se queda un árbol caído
que ya no vuelve a brotar
porque el viento lo ha vencido.
Cuando un amigo se va
queda un espcaio vacío
que no lo puede llenar
la llegada de otro amigo.
Alberto Cortez
Alberto Cortez
(Foto: La última foto que le fue tomada. En el hospital, Matias, al centro; Omar, camiseta blanca; Abel, camiseta negra)
Comentarios