Ir al contenido principal

A hand full of nothing

“... Nosotros no elegimos vivir en este mundo así que no es irracional que uno decida ser inconforme...”

A ustedes [y a mí] les puede gustar Lucas [Luke] Jackson, pero deben estar seguros de algo: Lucas Jackson no los soporta. Luke, es aquel personaje el tipo de personalidad al que todo el mundo le admiraría algo sin recibir ningún agradecimiento por eso.

En la película de Stuart Rosenberg “Cool Hand Luke”, Paul Newman cierra con la mejor interpretación de un anti-heroe en el cine. Ni Johnny Strabler [Marlon Brando en “The Wild One”] o R.P. McMurphy [Jack Nicholson en “One flew over the cuckoo´s nest”] pueden compararse a Luke.

Desde un principio, Luke te muestra su inconformidad con la ley, aquellas prohibiciones absurdas con las que nos ha tocado vivir. Su plan es simple, mostrarle indiferencia a un mundo indiferente y que mejor forma de hacerlo que decapitando los parquímetros que ocasionalmente gritan ”violation”.

“Ain't heard much worth listening to yet. Just everybody handing out rules.”

A Luke no le gusta bañarse en la gloria de nada o nadie, y aunque pareciera ser de esta forma en la primera hora de la película, poco después el “Cool Hand Luke” se siente asfixiado por su encontrado “fan club”, su punto es simple, desafiar e ir en contra de todo lo que produzca opresión sobre la vida. De todas formas, Rosenberg lo pinta como un Dios para los demás prisioneros justo después de la proeza de comer 50 huevos en una hora.

Luke solo busca vivir, algo que en una gran parte de su vida ha sido prohibido y nos damos cuenta cuando su madre lo va a visitar a la cárcel. Es la actitud de yo no elegí aquello pero ahora estoy eligiendo esto, esta es mi vida y así es que decido vivirla.

El interés de Lucas Jackson no es darnos un modelo a seguir, a el no le importa eso, el no intenta ser amigo de nadie, o por los menos serlo por mucho tiempo, es un solitario que planea seguir por el rumbo que le parezca, el rumbo que el ahora a decidido tomar y si existe un Dios y tiene algo en contra de eso que se lo diga o que disponga de su vida cuando quiera; pero Luke, en ese momento al igual que muchos, es solo un hombre que está hablando solo bajo la lluvia.

“I'm just standin' in the rain talkin' to myself.”

Pero lo que es cierto del personaje creado por Donn Pearce e interpretado por Paul Newman es que es siempre el atractivo del momento dentro de una sociedad que se adecua al momento y se queda monótona. Un “Luke” es aquel que atrae las masas pero después es temido por que es un “natural world shaker” y no alguien que está para entretener a las masas. Todo el mundo aplaude una actitud “sobresaliente” porque todo el mundo tiene miedo de ser de esa forma, pero la realidad es que ese “todo mundo” siempre termina viviendo como lo dicta la sociedad aunque profese eternamente hacer lo contrario.

“I'm responsible for order in here. Any man don't keep order spends a night in... the box”


“Luke is the first Newman character to understand himself well enough to tell us to shove off. He's through risking his neck to make us happy.” Roger Ebert.

Al final es que Luke descifra lo conformista que es y seguirá siendo la sociedad ante todo, que ser un héroe no sirve de nada y que sentarse admirar como el mundo pasa de largo es lo mismo que ponerse un uniforme y hacer respetar las mismas leyes que te evitan vivir.

Y OJO que no hablo de anarquía ni de nada parecido solo hablo del rico placer de ser una mismo y no respirar o plagiar la sombra de nadie. A fin de cuentas se dice que el punto es ser feliz, pero esa es una elección ¿o no?.

“Oh come on. Stop beatin' it. Get out there yourself. Stop feedin' off me. Get out of here. I can't breathe. Give me some air.”

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Los blogs de la Arroba

La verdad es que el número de blogs anotados en el concurso de Arroba de Oro es sorprendente, asciende a la cantidad de 145 como me dio a conocer Joan en su blog y dedique gran parte de mi tiempo a hojear esas bitácoras que están en búsqueda de la presea dorada. La buena noticia, para comenzar con la buena, es que encontré unas cuantas bitácoras que no había visto y que desde ese día me doy la tare de comenzar a visitar. Una que disfrute mucho fue Jazz en Dominicana de Fernando Rodriguez, y otro apellido que para mí no es de aquí, que narra anécdotas de los diferentes espectáculos de Jazz aquí en el país. Pero no todo fue color de rosa, encontré cantidad de bitácoras que dejaban mucho que desear, personas que duran una eternidad para postear, con una increíble cantidad de faltas ortográficas y post sin coherencia alguna, en realidad no se como me detuve a leer tantos, parece que lo hice para tener la capacidad de expresar mi crítica en mi querido blog. ¡Ojo! No considero este blog me

“Ramona” y para quiénes están hechas las películas. Un comentario muy breve pero necesario.

La película está dirigida y co-escrita por personas muy importantes en mi vida. Pueden tomar cualquier comentario sobre ella con un grano de sal.  En los meses que siguieron al estreno de “Ramona”, de Victoria Linares, la directora se hizo una pregunta crucial: ¿Para quiénes se realizan las películas? La inquietud no sale de la nada, de hecho, es un pensamiento palpable que proviene de este, su segundo largometraje y que seguro la cineasta viene pensando desde su rodaje. En una conversación dentro de la película, Linares y su actriz principal, Camila Santana, le preguntan a una de las chicas ¿quién cree ella que debería ser la protagonista de una película de ficción en donde el personaje principal sea una adolescente embarazada y proveniente de un barrio?  La joven reconoce la capacidad de una actriz de desdoblarse, pero destaca que es imposible interpretar con honestidad algo que no se ha vivido. Este es, tal vez, el principal razonamiento que pesa sobre la película. “Ramona” inicia c

Reseña: Kokoloko [dir. Gerardo Naranjo, 2020]

" ¿Delicado el amor? No, es duro, es áspero y agresivo, es punzante como el espino " - Romeo y Julieta Han pasado nueve años desde que Gerardo Naranjo presentó un largometraje. Ahora, luego de “Miss Bala”, Naranjo presenta no sólo su regreso al cine, sino que lo hace en doble forma; su incursión en el cine anglosajón con “Viena and The Fantomes” y su extraordinaria “Kokoloko”, una experiencia visceral con la que regresa al retrato de la violencia del narco y su opresión en la sociedad.    “Kokoloko” es una mezcla de las tendencias que han marcado el cine de Naranjo previamente: conflictos amorosos y pasionales, violencia y el uso máximo de las facultades que le brinda la cinematografía para contar una historia a su placer.    Filmada en hermosa película de 16 mm, Naranjo utiliza el limitado espacio de su puesta en escena para mezclar tanto el ambiente paradisíaco de este pueblo costero y la claustrofobia en la que están encerrados sus personajes. Marisol (Alejandra Herrer