Hay una particular escena de la película “Adaptation” de Spike Jonze, escrita por Charlie Kaufman en donde el personaje protagónico [una interpretación del mismo Kaufman por Nicolas Cage] va en busca de asesoría para su guión en una conferencia de Robert Mckee (Brian Cox)en donde termina por preguntarle como es posible serle fiel a la vida misma en un guión si en la vida no pasa nada, a lo que Mckee le responde que debe estar volviendose loco, que en cada día que pasa alguien muere, es asesinado, se enamora, es engañado, ver alguien morir... etc; y que si el es incapaz de encontrar eso, él [Kaufman] no sabe nada de la vida. Básicamente es el sentimiento inicial del documental “Life in a day”.
Complementado casi en su totalidad por videos [en todo tipo de formato] presentados por personas alrededor del mundo que documentaron un día de su vida (24 de julio de 2010 para ser específicos), “Life in a day” en su premisa daba la impresión de que sería uno de esos experimentos sensacionalista que buscan de forma desesperada innovar y que también buscan esparcir el más que gastado mensaje de superación personal, sin embargo, la producción dirigida por Kevin McDonald y producida por los hermanos Ridley y Tony Scott es un éxito.
Con “Life in a day” McDonald se ayuda del estado de ánimo y los diferentes tonos de la cotidianidad del ser humano como una forma constante de contar la capacidad de compartir la vida. La cotidianidad le sirve como un mensaje al mundo de compartir y no de ensimismarse.
El documental muestra de manera creativa lo interesante que puede llegar a ser un día, aunque, por situaciones de día a día parezcan sin contexto (una de las grandezas de este tipo de trabajo). “Life in a day” hace parecer que un diario cobra vida ante nuestros ojos. A todo esto, la única imagen que puede parecer un poco ajena a la narración completa es la documentación de lo sucedido en Alemania en el “Love Parade”; es la única escena completamente explicativa que narra en sí un suceso histórico (una lamentable catástrofe) pero como periodista entiendo que le fuera imposible a McDonald no tener documentación de ese hecho en el corte final.
El documental responde lo que parecieran preguntas simples pero sirven de eje conductor para el material que recibiera McDonald. ¿Qué amas? ¿a qué temes? ¿qué llevas en el bolsillo? son las que sirven de columna para una historia que explica un “¿de qué se trata?” muy propio de quién lo ve y se convierte en un análisis de la vida propia, sin pretensiones y con una simpleza que encanta.
En sus momentos de cierre, “Life in a day” me recuerda a películas recientes como la mexicana “Huacho” y la dupla “Before Sunrise” / “Before Sunset” que concentran su narración a un total de 24 horas o menos creando un ambiente de sensacionalismo [del bueno] en cuanto a lo que puede suceder en un día. Más aún, tomando en cuenta que no me siento de acuerdo que cada día que pase es super interesante por el simple hecho de estar vivo, disfrute mucho la declaración final de una joven que dice que quería compartir parte de su vida pero que su día no tuvo nada de especial, incluso tuvo que trabajar ese sábado completo, pero siente que a pesar de que su día paso de la misma forma que pasan muchos, que algo grande acaba de suceder esa noche. Ese comentario de cierre parece un sentir de satisfacción por parte de McDonald y todo el que estuvo involucrado en la realización de este tan peculiar material.
[Don´t] mind your bussines
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