Las adaptaciones de videojuegos, en taquilla o con la crítica, nunca han sido muy exitosas a pesar de gozar con un inmenso público que devora los videojuegos como una religión, pero es precisamente esta “religión” que evita que una gran masa de fanáticos se acerquen a las salas de cine apoyar una adaptación como ha probado hacerlo el que sigue los comics o la literatura. A este pobre apoyo le agregas el pobre dominio que han probado tener quienes se involucran en estos proyectos y “Prince of Persia” debe ser ya, una de las peores entregas del año. Lejos de inspirarse en lo que ha sido una de las mejores historias para un videojuego jamás escrita, los realizadores de esta “super producción” deciden solo tomar la premisa y destruirla. Sus guionistas (Boaz Yakin, Doug Miro y Carlo Bernard) no tenían idea de lo que estaban haciendo y terminan con una historia llena de absurdas situaciones y excesos de “punch lines” que solo es igualada por la pobre dirección y unos horribles efectos especi...