Desde hace ya años que persiste esta aseveración sobre el futuro de una sociedad tomando en cuenta la actitud de sus adolescentes y niños- “No se sabe adonde va el mundo”, “Estos muchachos de ahora”.- Y sin embargo, cada generación que pasa demuestra lo errado que estaban los que juzgaban y el mundo, por el contrario, sufre por lo enseñado en el pasado [en el pasado, pasado] y no lo que decide aprender el ser humano del presente.
La frase de que nuestra juventud estaba más cerca del sepulcro que de algo similar a la lucidez la vengo oyendo desde mucho antes de llegar a la adolescencia y comenzar a afeitarme a escondidas de mis padres. La dificultad con que viviría el sexo femenino y con lo que tuvieran que lidiar los padres solo es real cuando una persona se rehúsa aprender lo que el mundo, año tras año, le va enseñando. La perdición no está en lo que viene sino en el atraso del que no intentamos escapar.
Hace poco, mientras ciegamente vislumbraba la opinión de que en verdad anda subiendo una escoria desde las escuelas y colegios, me enteré de un suceso en donde conocidos, escolares, fueron víctimas de un accidente vehícular que inmediatamente brotó en mi mente la irresponsabilidad de “muchachos” al frente del volante pero se me fue aclarado que el accidente ocurrío gracias a las “perfectas” condiciones de las calles de nuestra ciudad. Lo que ocurrió después fue lo sorpredente.
El accidente [andaban tres pasajeros] se cobró la vida de uno; el conductor quedo ileso y el último se encuentra todavía en estado crítico. Durante todo este momento, ninguno de los compañeros, de un extenso grupo del colegio Apostolado, ha sido silente; cada uno de ellos ha brindado apoyo para la salud de sus amigos y juntos vieron la pérdida de uno de sus compañeros. Estos muchachos, de 16 y 17 años todos, han sabido pasar noches en vela en un clínica en espera de noticias alentadora sobre su compañero que cada día lucha por sobrevivir. Si a partir de esto todavía me dicen que la juventud anda jodida y se anda separando de los que muchos consideran “valores morales” entonces sigo con la aclaración de que quienes están mal no es la juventud [que el único problema que siempre ha tenido es ir a millón] sino aquellos que juzgan porque entienden que su tiempo fue pérdido.
Ahora se reúnen, el día de mañana, con la ayuda de varios artistas en un concierto humanitario con el simple deseo de recaudar suficiente dinero para costear la salud del compañero Fernando Rafael Díaz Antuña.
Aclaración
De ninguna forma atribuyo este hecho de caridad y humanidad que tienen estos mucahchos a la educación de su colegio. En general, la educación aquí es mediocre y más cuando está protegida por una doctrina tan absurda como el cristianismo o demá´s religiones; estos muchachos no pudieran ser más diferentes a las normas establecidas por quienes dirigen este Centro Educativo y sin embargo comprenden, a su corta edad, mucho más de la vida y están dispuesto a sacrificar bastante con tal de no perder a otro de sus compañeros de vida.
Apoyen esta causa, vayan al concierto y vean un grupo de muchachos con muchísimo que dar, tal vez en esta desastrosa época de vida (en especial el caso de nuestro país) esta noche nos brinde un rayito de luz y quien sabe, ahorita vemos a Fernando deisfrute de esa gran vida que los padres sueñan para uno.
Much Love.
La frase de que nuestra juventud estaba más cerca del sepulcro que de algo similar a la lucidez la vengo oyendo desde mucho antes de llegar a la adolescencia y comenzar a afeitarme a escondidas de mis padres. La dificultad con que viviría el sexo femenino y con lo que tuvieran que lidiar los padres solo es real cuando una persona se rehúsa aprender lo que el mundo, año tras año, le va enseñando. La perdición no está en lo que viene sino en el atraso del que no intentamos escapar.
Hace poco, mientras ciegamente vislumbraba la opinión de que en verdad anda subiendo una escoria desde las escuelas y colegios, me enteré de un suceso en donde conocidos, escolares, fueron víctimas de un accidente vehícular que inmediatamente brotó en mi mente la irresponsabilidad de “muchachos” al frente del volante pero se me fue aclarado que el accidente ocurrío gracias a las “perfectas” condiciones de las calles de nuestra ciudad. Lo que ocurrió después fue lo sorpredente.
El accidente [andaban tres pasajeros] se cobró la vida de uno; el conductor quedo ileso y el último se encuentra todavía en estado crítico. Durante todo este momento, ninguno de los compañeros, de un extenso grupo del colegio Apostolado, ha sido silente; cada uno de ellos ha brindado apoyo para la salud de sus amigos y juntos vieron la pérdida de uno de sus compañeros. Estos muchachos, de 16 y 17 años todos, han sabido pasar noches en vela en un clínica en espera de noticias alentadora sobre su compañero que cada día lucha por sobrevivir. Si a partir de esto todavía me dicen que la juventud anda jodida y se anda separando de los que muchos consideran “valores morales” entonces sigo con la aclaración de que quienes están mal no es la juventud [que el único problema que siempre ha tenido es ir a millón] sino aquellos que juzgan porque entienden que su tiempo fue pérdido.
Ahora se reúnen, el día de mañana, con la ayuda de varios artistas en un concierto humanitario con el simple deseo de recaudar suficiente dinero para costear la salud del compañero Fernando Rafael Díaz Antuña.
Aclaración
De ninguna forma atribuyo este hecho de caridad y humanidad que tienen estos mucahchos a la educación de su colegio. En general, la educación aquí es mediocre y más cuando está protegida por una doctrina tan absurda como el cristianismo o demá´s religiones; estos muchachos no pudieran ser más diferentes a las normas establecidas por quienes dirigen este Centro Educativo y sin embargo comprenden, a su corta edad, mucho más de la vida y están dispuesto a sacrificar bastante con tal de no perder a otro de sus compañeros de vida.
Apoyen esta causa, vayan al concierto y vean un grupo de muchachos con muchísimo que dar, tal vez en esta desastrosa época de vida (en especial el caso de nuestro país) esta noche nos brinde un rayito de luz y quien sabe, ahorita vemos a Fernando deisfrute de esa gran vida que los padres sueñan para uno.
Much Love.
Comentarios