El cine estadounidense de la década de los setenta está marcado por la salida de las producciones cinematográficas de los estudios de cine y su invasión de las calles y el aire libre. El cine setentero gringo marcaba una especie de revolución en donde la luz natural, la crudeza de las imágenes y lo orgánico de la puesta en escena eran de las características más llamativas.
Este cine no solo era una especie de oposición a los estudios cinematográficos, sino también una especie de respuesta a la actualidad que vivía el país durante esa época. La guerra en Vietnam habría desatado manifestaciones y protestas de paz en el país y el movimiento hippie, a su vez, un reclamo por la libertad de expresión sexual de todas las personas. Los personajes más destacados de este cine buscaban “restaurar” cierta imagen de la masculinidad que venía “perdiéndose” durante esos tiempos. ¿Suena parecido?. En un breve repaso de este momento del cine estadounidense, gracias al libro Cinema Speculation de Quentin Tarantino, fue grato toparme con las películas de John Flynn, Rolling Thunder (1977) y de la que hoy escribo, The Outfit (1973).
Flynn se destacó en esta época por su capacidad de filmar la violencia de forma bastante explícita para los tiempos, siguiendo los pasos de Samuel Fuller, Don Siegel y Clint Eastwood con su Dirty Harry (1971). Pero a diferencia de algunas películas que Tarantino destaca en su libro, The Outfit es una de las pocas que, en la mayor parte del tiempo, se mantiene hoy en día.
El filme es hermoso visualmente; la fotografía de Bruce Surtees es impecable y representativa de la época. Surtees fue responsable de puestas en escenas icónicas en esta época, destacándose en la fotografía de la ya mencionada Dirty Harry y Night Moves (1975) de Arthur Penn. A diferencia de las peliculas de Siegel y Penn, The Outfit es una película de acción pura y simple, en donde el protagonista Earl Macklin (interpretado por Robert Duvall) busca vengarse de una organización criminal robándoles dinero hasta que le sea pagada una deuda por la muerte de su hermano y el intento de su asesinato.
El género de la película no evita que Flynn y Surtees no exploren otras áreas de la expresión cinematográfica como el thriller. La escena inicial, el intento de asesinato a Macklin, el preludio de los robos, el intercambio vehicular; son ejemplos brillantes de como construir una escena mediante el suspenso y la intriga.
El “Toque Femenino”
“The Outfit” no logra hacer todo bien y su debilidad se presenta en el desarrollo de sus personajes femeninos. Como mencionaba anteriormente, este tipo de película buscaban “restaurar” la imagen de la masculinidad, así que estas historias responden a un mismo ritmo de la valentía y el coraje de los hombres sobre la fragilidad, la dependencia, la inconformidad y el regaño de la mayoría de las mujeres. Excepto, claro está, de las madres.
Alma Macklin (interpretada por Jane Greer) es la responsable de decirle a Earl lo equivocado que está en sus acciones, de lo ridícula de su actitud cuando debería aprovechar la vida que le queda y disfrutar de su pareja para no terminar como su hermano. Greer tiene también una de las mejores interpretaciones de la película a pesar de su poco tiempo en pantalla. Su reacción en la gasolinera en los primeros minutos de la película y toda la escena luego del funeral junto a Duvall y Karen Black (quién interpreta a Bett Harrow) son ejemplos de lo que una gran actriz, con un rol bien desarrollado, puede hacer.
Por su lado, Black tal vez recibe el peor de los tratos. El personaje de Bett inicia como una compañera capaz de nuestro protagonista, incluso, tal vez a la par, revelándole a Macklin que sí existieron otros hombres mientras él estuvo en la cárcel - aunque “nada importante” ella destaca - y quien funciona como su cómplice en el primero de sus robos. Sin embargo, Bett es víctima de las escenas más ridículas de la película: en unos pocos minutos, se convierte en histérica, es golpeada por Earl por agarrar su pistola, se enamora perdidamente de Earl y luego, entre risas mientras van manejando, es baleada en una emboscada. A Bett, se le une la esposa de Buck (Sheree North), así, sin nombre, solo “esposa de Buck”.
El personaje de North es la catalizadora de la escena en el taller. La película hace alusión a que ella intenta seducir al compañero de Macklin, Jack Cody (Jon Don Baker) y este la rechaza con la frase: “Señora, después de un tiempo uno aprende cosas. Algunas mujeres solo son un problema”. Luego de esto, la esposa de North denuncia que Cody intentó violarla, provocando el enfrentamiento entre Buck y Macklin. En toda esta escena, es referida como una perra y una mentirosa, pero nunca por un referido nombre. Este tipo de escena es el ejemplo perfecto que se utiliza hoy en día para el maltrato e invisibilización que tienen los personajes femeninos en la mayoría de las películas de amplia difusión.
La esposa de Buck incluso se refiere a un personaje joven como “Jayson”, a quién le pide buscar a Buck, cuando Macklin y Cody llegan al taller. Un personaje que solo está presente por unos segundos, sin una línea de diálogo, pero sí un nombre propio. Ella, quién podríamos decir que es la protagonista de toda esta escena, es simplemente referida como la esposa.
Earl y Cody
Flynn logra que las actuaciones tengan un escenario estelar. Aun siendo una película de acción, en donde crece la expectativa por la balacera, son los momentos que conducen a esas acciones donde está lo brillante del filme. Las conversaciones entre Earl y Cody, la negociación con el negociante de armas y toda la tensión creada, es donde la cámara de Surtees, la dirección de Flynn y la interpretación de su elenco se destacan. La química de Duvall y Baker es palpable, desde su primera escena juntos en el bar, hasta el cuadro frizado del final. Incluso brilla, por breves momentos, la interpretación de Karen Black junto a ambos actores.
The Outfit, apenas la tercera película de Flynn, es una mezcla perfecta del estilo cinematográfico que precedía a la época de los setenta estadounidenses y el cine frenético, y en ocasiones violento, que logró fama durante este tiempo. La construcción de las escenas y de los momentos de acción destacan la labor de Flynn, quién hasta entonces había dirigido dos filmes de bajo presupuesto: The Sergeant (1968) y The Jersualem File (1972).
Para mí, la película tiene uno de los momentos más sensatos en su último tiroteo, y es cuando Macklin y Cody logran eliminar al jefe Mailer (Robert Ryan), Macklin le grita a los agentes de seguridad restantes que cesen sus armas, que su jefe ha muerto y nadie les pagará más dinero y ellos consienten. Para parafrasear una cita de la reseña de Roger Ebert sobre la película: “la sinopsis del filme lo haría parecer como una historia de rutina, pero lo que la hace superior es su atención al detalle”. Al final, The Outfit es interesantísima incluso dentro de sus fallas.
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