La crítica fue publicada en CineDominicano.net en 2017. Fecha del estreno de la película. La venganza es un tema que se ha tratado numerosas veces en el cine (demasiadas para contarlas) pero nunca había sido utilizado como excusa para un estudio antropológico y un viaje sensorial sobre la idiosincrasia y la religiosidad de una cultura isleña como lo ha logrado Nelson Carlo de los Santos en “Cocote”. No solo el filme es un estudio de la diversidad de creencias y culturas que existen en el país, sino que además es una exploración de la sociedad dominicana, del machismo y el autoritarismo del país, representado con una irreverencia cinematográfica que rara vez vemos en el cine. De los Santos juega muy bien con la realidad y la ficción. Alberto [Vicente Santos] regresa a su pueblo para enterrar a su padre que ha sido asesinado. La religión de Alberto choca con la de su familia que lo hace partícipe de los ritos de nueve días a los que él hace tiempo ya ha renunciado. La familia ta
Rubén Blades regresó contando historias, con propuestas sociales y un concierto mermado por el terrible sonido a RD
Pasaron diez años desde la última vez que el cantante panameño pisó territorio dominicano en el Palacio de los Deportes; en esta ocasión, en el pabellón de volleyball del Estadio Olímpico, Rubén Blades retomó sus historias, su preocupación social y su curiosidad musical eterna, mezclando el jazz, la salsa, el son y el big band junto a la banda de Roberto Delgado. El inigualable bajo de “Plástico” inicia el concierto en esta ocasión. La canción es un vivo ejemplo de la capacidad literaria, y la preocupación social, del cantante. También es un claro ejemplo de lo poco que ha cambiado la situación para Latinoamérica y cómo, desde el 2020 cuando prometimos que saldríamos mejores, nos hemos cada vez convertido en peores versiones de nosotros mismos. “Plástico” habla de esa superficialidad y ese individualismo que nos ha caracterizado, lamentablemente, como ciudadanos. La canción, escrita en 1978, es cada vez más notable en nuestra sociedad. Una prueba de la capacidad literaria de Blades