Ir al contenido principal

Aprender del tiempo. Un Prophete (dir. Jacques Audiard)





And everyone is waiting, waiting on you
And you've got time”
“Y todo el mundo espera, espera por ti. Y tú, tienes tiempo”

Regina Spektor

No perdamos nada de nuestro tiempo; quizá los hubo más bellos, pero este es el nuestro.

Jean Paul Sartre

El manejo del tiempo en el arte es un arte en sí mismo. La elipsis, esa técnica narrativa y cinematográfica que consiste en la supresión de algún acontecimiento dentro de la linealidad temporal del relato o la historia, es una herramienta que muy pocos han sabido utilizar como parte fundamental de la narrativa de su arte. Richard Linklater ha sido uno que ha adoptado el tratamiento del tiempo como parte fundamental de la narrativa de la mayoría de sus películas (la trilogía Before, Boyhood, Slacker, Everybody Wants Some!!) pero en estos tiempos urge hablar de una de las mejores películas de este siglo y el acercamiento que tiene con el tiempo, con la elipsis, el director Jacques Audiard. 

Hay un par de observaciones fundamentales que Audiard nos brinda en los primeros minutos de la extraordinaria “Un Prophete”. Observaciones tanto para la audiencia como también para su personaje Malik el Djebena (interpretado de manera extraordinaria por Tahar Rahim). Audiard nos muestra que Malik no tiene absolutamente a nadie más que a él mismo cuando entra, a sus 19 años de edad, por primera vez y por seis años a una cárcel de adultos. También nos muestra en dos pequeñas escenas, una donde se ve a Malik con dificultades para coser un pantalón, otra donde se le ve ya trabajando de manera fluida; la capacidad que tiene nuestro protagonista de aprender por sí mismo. 

Poco antes el personaje aprende, gracias a una bienvenida no tan simpática en donde dos reos le roban sus tenis, que la fuerza también está en los números. 

Esos primeros minutos fundamentales de “Un Prophete” proveen la suficiente información que se necesita para disfrutar y comprender el más longevo filme de Audiard (2 horas y 35 minutos) y probablemente, hasta ahora, su obra cumbre. 

La fortaleza definitivamente del filme está en su guion, en el desarrollo de los personajes y como están presentados en la historia para destacar, de una manera no tan sutil, también la naturaleza humana en frente a ciertas adversidades y comodidades. Los diálogos al igual son vitales en un filme donde el idioma hablado es tan importante como la historia que se está contando a través de la interpretación y la puesta en escena. “Un Prophete” pudiese ser una de las críticas más claras a todo el asunto del doblaje. ¿Cómo puede tener el mismo efecto esta película doblada completamente en un solo idioma? ¿Cómo puede la película educar a la audiencia, como entiendo que lo hace de una manera muy meta?

La primera gran enseñanza de Malik proviene de su primera víctima. Reyeb (Hichem Yacoubi), en el breve encuentro que le costaría su vida, le deja el mejor consejo a Malik: “La idea es salir de aquí un poquito más inteligente”. Y así, siendo la primera persona asesinada por Malik, inadvertidamente, se convierte en su primer y tal vez mejor amigo. 

Malik comprende que no sólo se aprende del oficio que uno se ve obligado a realizar, ni nada más del ambiente que nos rodea, sino también de las personas que tenemos enfrente, incluso de los corsos (de Córcega) que lo han asumido como mascota luego de enviarlo asesinar a Reyeb. Malik y la audiencia aprenden de eso, de Ryad (Adel Bencherif), de Jordi (Reda Kateb) y especialmente de César Luciani (Niels Arestrup). Audiard demuestra su audacia visual en cómo representa cada uno de los bandos presentes en la cárcel. La soberbia de los corsos y su poder, la inquietud y deseo de supervivencia de los árabes, las particularidades del resto y la intensa curiosidad de Malik.

Una porción de los corsos sale de la cárcel, más árabes entran. Malik parece ser el único fuera de los árabes que ve esto como una desventaja para el status quo carcelario a pesar de no ser bien visto por su misma comunidad. Sí, el guion es la columna vertebral de esta historia, pero las interpretaciones y el retrato de las mismas trae un poder consigo que es cada vez más palpable a medida que va progresando el filme. El poderío corso se ve reducido, los árabes crecen, y Malik sobrevive a cada prueba y error, aprendiendo cada vez más. 

Aquí la sutileza del racismo y la diferencia de clases sociales que retrata Audiard desaparece. Está más que claro el irrespeto de los corsos a los árabes que aun siendo ambos inmigrantes, unos entienden que su puesto es merecido mientras que los otros, los árabes que buscan sobrevivir, no merecen respirar su mismo aire. 

El momento crucial de Malik recurre cuando brinda una última oportunidad a Luciani de tratarlo como algo más que un sirviente. Le habla en lengua corsa. Para Luciani primero es una inmensa ofensa que un “mono” (como se refieren los personajes de manera racista a los árabes) hable su idioma y segundo, un mal necesario, debido a que quedan pocas personas en quién confiar. 

“Un Prophete”, similar a esa sensación inexplicable que le deja a uno “Boyhood” de Linklater, además de contar una historia extraordinaria parece ser una guía básica, a pesar de ser ficción, de cómo prestar atención, aprovechar el tiempo y saber aprender al máximo de las personas. 

Malik, en seis años, pasa de ser un simple ladrón juvenil que fue apresado en una cárcel para adultos por un posible altercado con la policía; a uno de los jefes más grandes del crimen del sur de Francia. Una historia de superación personal muy particular. 

“Un Prophete” es “The Godfather” contemporáneo pero sobre alguien que aprende y obtiene bajo sus propios medios algo para poder salvar su vida y no heredado por una obligación familiar. El filme de Audiard es también una fuente de inspiración para Caesar (Andy Serkis) en la trilogía más reciente de “Planet of the Apes”, una de mis franquicias favoritas y definitivamente tres de las mejores películas de esta última década. 

Un clase maestra de guion definitivamente. Una combinación perfecta entre Audiard, Thomas Bidegain, Nicholas Peufailit de una historia original de Abdel Raouf Dafri. Una atención perfecta al detalle de sus diálogos y de cómo son interpretados que recuerdan muchísimo la obra de Costa-Gavras. Una obra mayor en de por sí ya una extraordinaria carrera. 

Una interesante anécdota sobre la crítica a partir de la película

En una entrevista en 2016, el realizador Ryan Coogler contaba cómo llegó a Cannes en 2009 cuando su cortometraje “Locks” era presentado en el short corner del festival. Como desconocía de las demás películas fuera de “Precious” e “Inglorious Basterd” que había en el festival, se asistía de las personas de Variety para tickets y recomendaciones. 

Pues en esa misma sala, cuenta, notaba como un asiático entraba rápidamente y escribía de manera feroz en su laptop para luego regresar corriendo al festival. Ese asiático era Justin Chang, el crítico de cine en 2009 para Variety quién actualmente trabaja en Los Angeles Times. Coogler bromeaba que nunca había visto un crítico trabajar. Cuando regresó a los Estados Unidos luego de ver lo que en su mente eran las mejores películas que había presenciado, fue a buscar las críticas de Chang durante el festival y allí leyó lo que escribió de “Un Prophete”. 

Parafraseo: “Leí la reseña de “A Prophet” y esta no fue una película que volvió a Chang loco ni nada pero ahí me di cuenta lo talentoso que era como escritor. Fui a ver la película y se convirtió en mi película favorita”. 

En fin, he usado esta anécdota desde 2016 muchísimas veces, es definitivamente el mejor ejemplo de que uno hace esto, primero por que nos apasiona y luego con las mejores intenciones del mundo. Lo que uno quiere es siempre mantener el debate y expandir la mirada, promover la diversidad. Nada, vean cine. Vean mucho cine. 

No puedo mencionar a Chang y no citar unas extraordinarias líneas de su reseña de “Un Prophete”: 


“Una de las subestimadas ironías del guion de Audiard es que para Malik el crimen no comienza a pagar hasta que no cae finalmente en la cárcel”.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Los blogs de la Arroba

La verdad es que el número de blogs anotados en el concurso de Arroba de Oro es sorprendente, asciende a la cantidad de 145 como me dio a conocer Joan en su blog y dedique gran parte de mi tiempo a hojear esas bitácoras que están en búsqueda de la presea dorada. La buena noticia, para comenzar con la buena, es que encontré unas cuantas bitácoras que no había visto y que desde ese día me doy la tare de comenzar a visitar. Una que disfrute mucho fue Jazz en Dominicana de Fernando Rodriguez, y otro apellido que para mí no es de aquí, que narra anécdotas de los diferentes espectáculos de Jazz aquí en el país. Pero no todo fue color de rosa, encontré cantidad de bitácoras que dejaban mucho que desear, personas que duran una eternidad para postear, con una increíble cantidad de faltas ortográficas y post sin coherencia alguna, en realidad no se como me detuve a leer tantos, parece que lo hice para tener la capacidad de expresar mi crítica en mi querido blog. ¡Ojo! No considero este blog me

“Ramona” y para quiénes están hechas las películas. Un comentario muy breve pero necesario.

La película está dirigida y co-escrita por personas muy importantes en mi vida. Pueden tomar cualquier comentario sobre ella con un grano de sal.  En los meses que siguieron al estreno de “Ramona”, de Victoria Linares, la directora se hizo una pregunta crucial: ¿Para quiénes se realizan las películas? La inquietud no sale de la nada, de hecho, es un pensamiento palpable que proviene de este, su segundo largometraje y que seguro la cineasta viene pensando desde su rodaje. En una conversación dentro de la película, Linares y su actriz principal, Camila Santana, le preguntan a una de las chicas ¿quién cree ella que debería ser la protagonista de una película de ficción en donde el personaje principal sea una adolescente embarazada y proveniente de un barrio?  La joven reconoce la capacidad de una actriz de desdoblarse, pero destaca que es imposible interpretar con honestidad algo que no se ha vivido. Este es, tal vez, el principal razonamiento que pesa sobre la película. “Ramona” inicia c

Reseña: Kokoloko [dir. Gerardo Naranjo, 2020]

" ¿Delicado el amor? No, es duro, es áspero y agresivo, es punzante como el espino " - Romeo y Julieta Han pasado nueve años desde que Gerardo Naranjo presentó un largometraje. Ahora, luego de “Miss Bala”, Naranjo presenta no sólo su regreso al cine, sino que lo hace en doble forma; su incursión en el cine anglosajón con “Viena and The Fantomes” y su extraordinaria “Kokoloko”, una experiencia visceral con la que regresa al retrato de la violencia del narco y su opresión en la sociedad.    “Kokoloko” es una mezcla de las tendencias que han marcado el cine de Naranjo previamente: conflictos amorosos y pasionales, violencia y el uso máximo de las facultades que le brinda la cinematografía para contar una historia a su placer.    Filmada en hermosa película de 16 mm, Naranjo utiliza el limitado espacio de su puesta en escena para mezclar tanto el ambiente paradisíaco de este pueblo costero y la claustrofobia en la que están encerrados sus personajes. Marisol (Alejandra Herrer