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Érase que era

“Lo terrible se aprende en seguida y lo hermoso nos cuesta la vida”
Silvio Rodríguez


Fue hace un año, el 29 de abril de 2006 que Silvio llegó a tierra dominicana “14 años después….” Y en su estadía prometió volver con un concierto popular. Un año y un día después Silvio cumple su palabra y se entrega en el Quisqueya.

Con miles de fanáticos y seguidores de la izquierda, de movimientos populares y demás Silvio entró al calor de un pueblo que con ansías lo espero y que no quedó defraudado.

La voz melancólica y un tanto nasal llegó hasta los más pequeños, niños de 7, 8 años vitoreaban las canciones más famosas de Silvio como si las vivieran (en sus cortas vidas) en carne propia.

El pueblo, que disfruto de imágenes, notas y líricas de una trova inmortal, devolvió lo más que pudo el aprecio que sentían por tan espectacular desborde de cultura, protesta y clamos por la sociedad que salían directo al corazón de la voz y la guitarra de Silvio.

El trio Trovaroco hizó lo suyo también, adueñándose de las marchas a detrás de cortinas de Silvio, para entregar una asfixiante mezcla de cuerdas que dejaron boquiabiertos y entre aplausos al público asistente.

Empero, no podía faltar el toque femenino, la flauta enamorada de Niurka González podía oírse en todo el estadio, que con su encanto único y su amor por el instrumento que tocaba, podía fabricar lágrimas en la parte inferior de los ojos de los asistentes.

Silvio cantó las trascendentales, unas de manera diferentes, otras de manera intacta, a un pueblo trabajador en una tierra “…. que no puede más, se muere de dolor”. Un necio que llegó menos necio que el año pasado, que vino para el pueblo, que prometió y cumplió, un Silvio de antaño, ese Rodríguez que la mayoría de nosotros no tuvimos la dicha de conocer, fue él quién se sentó frente a nosotros y dejó caer sobre nosotros todo el peso de sus notas y sus letras.

La noche en el Quisqueya se convirtió en un lugar de sentimientos encontrados (no de equipos rivales), de pensamientos profundos y de deseos de lucha; el de la guitarra, lente y gorra y una juventud añeja expresó su mensaje de todas las maneras posibles dejándonos con una sola pregunta ¿lo captamos?

….. A mi viejo que me abrió las puertas de ideales necios y de la buena música….

…… A Bebel y a Claudita…..

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