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Mostrando las entradas de abril, 2007

Virginia Tech

Lo admirable es que el hombre siga luchando y creando belleza en medio de un mundo bárbaro y hostil. Ernesto Sábato 32 vidas, 32 vidas, cuanto vale el sufrimiento de una persona, ¿acaso vale la vida de 32 personas?, díganmelo por favor, yo no lo creo, ni siquiera creo poder valorar mi propia vida y la de mis allegador por la de 32 personas, aunque nunca las haya visto. ¿A quién no les acercamos para decirle tu eres el culpable?, culpamos la cultura de violencia del gigante de Norteamérica, culpamos el fácil acceso de armas, o tal vez al agresor y a su origen surcoreano a pesar de que ha vivido la mayor parte de su vida en los “Estados” y que su recuerdo de Sur Corea a lo mejor es vago. Como puede uno familia, amigo o simplemente estudiante, volver a las tenebrosas instalaciones después de semejante hecho, como se acostumbran las personas que en 1999 vieron dos jóvenes una década menor que este agresor eliminar doce víctimas mucho más jóvenes que estas en Columbine, allá mismo en los Es

Pavel en la Casa

Me gusta estar al lado del camino, fumando el humo mientras todo pasa. Fito Páez La noche inspiraba una nota bohemio, el agua amenazaba con derrocar cualquier plan sabatino pero no contaba con la necedad de una casa de duende que nunca cierra sus puertas. Así, cigarrillo en mano, en espera del primer Cuba Libre, las notas vocales de Cerati y su Soda anticipaban una noche bohemia de post lluvia y escalofríos de letras, de esos que saben escudriñarse hasta en las uñas de nuestras manos. A mitad de Cuba (libre) llegan intermisiones de Diego desde argentina junto a Vicentino, la bellonera, un tanto repetitiva, nos deja caer una dosis de Marel antes de que (con escenario ya seco y todo) Mullens invadiera con sus homenajes, con aquellas de su propia pluma y con su imborrable sonrisa. Luego de que en un manjar de aplausos complacidos, cayera Mullens entre el mar de espectadores frente al ventanal de esta Casa de todos, llega sereno (y un poco tarde) Pavel y de inmediato se hace de la atención

Sudor de prosa

"...La gente se resiste a desprenderse de los bolígrafos vacíos porque continúan como nuevos..." Juan José Millás El calor emana de un cuarto de luz tenue, con trago y cigarrillo en mano, mundos regados en hojas escritas y un lienzo de líneas sobre el escritorio esperando ser llenado de mundos cruzados por un lápiz que apenas puedo sostener con la mano. Las lluvias de Cien años, los ciegos de una ciudad esperan la transpiración de mi mundo, un mundo que no acabó de encontrar pero que de a poco sale de mis poros para llenar el lienzo solitario entre los mundos. A mano esta todo, la uña del refrigerados, las palabras volando, los objetos que se convierten en otros objetos los malos mundos y los buenos mundos y sus espías esperan con ansías las gotas de mis poros para juzgar en que mundo pertenezco. El viento empieza a disminuir, siento el fuego de un inmenso calor venidero y rápidamente poso mi lápiz diminuto (el que no quiero soltar porque todavía le queda vida, mucha vida) so

A puerta cerrada

La decisión ya era clara desde que llegó el mediodía del jueves, esta va a ser una Semana Santa en bajo las luces de la capital, de frías en colmados y vueltas pendejas. El primer día (jueves) no había que andar mucho, todos los caminos dirigían a la oscura sala de un cine, algo de picar y el camino de panes dejado para regresar a casa, y así llegó el viernes, el Viernes Santo. El Santísimo llegó con la primera remodelación del cuarto, para inmediatamente regresarlo a como estaba, con una tarde de frías y Poker y una noche prisionero en el acostumbrado calabozo de mi hogar dulce hogar. Los corresponsales (los pocos que andaban las calles de la antes conocida ciudad Trujillo) me contaban del manto negro que cubría los lugares de ocio de las calles capitalinas. El sábado llega con nuevas esperanza, a lo mejor los lugares cerraron sus puertas por costumbres del Viernes Santo y este sábado volvería a la normalidad. El cuarto cambia su manto de nuevo, para rebelarse y volver al que tenía (e

Atrás quedó marzo

Atrás quedó marzo, el mes de Orlando y “Goyito”. En donde en el Perú cayó otro colega acribillado frente a su familia, y otra yace en cama por causas del stress diario que prueba que puede ser fatal. Atrás quedó marzo de los entrenamientos primaverales de las Grandes Ligas, de los casandras y su resumen presentado en un circo. Atrás quedó marzo, un mes de pitillos y pimientas, de promesas y promesas, de trabajos y rutinas. Marzo pasa como han pasado todos, lleno de historias olvidadas y con deudas que solo cumplen aniversarios. Atrás quedó marzo con un degollamiento en un caso extraño en donde el crimen ha quedado por debajo del chisme. Atrás quedó marzo, donde la flores crecen y llega la primavera, pero ¿se cansará de venir algún día? Marzo pasa y todavía hay personas sin invitación en Irak, y eso, que se piensan hacer su paso por Irán. Atrás quedó marzo exiliando a una persona que después de cuarenta y pico de años se intenta probar que no es dominicana por defender su “jus solis”.