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Mostrando las entradas de julio, 2007

Captando

Al pie de uno de los peatonales del expreso V Centenario un vendedor ambulante se refugia del sol.

Ingmar Bergman

La vida es una ininterrumpida e intermitente sucesión de problemas que sólo se agotan con la muerte. Ingmar Bergman El director sueco falleció a los 89 años en su natal suecia, dejando un ramillete de 53 películas para cine, un buen porcentaje de estas entregas pueden ser encontradas en las diferentes listas de los mejores largometrajes de la historia del cine. El realizador sueco fue asiduo en las premiaciones de Cannes y los Oscar, implantando un nuevo estilo de narración que lo llevaba a las diferentes emociones que le haría sentir su pueblo natal. El director de Fanny y Alexander confesó en algún momento que su verdadera afición era el teatro pero su aporte al cine, qué según él era un trauma y una pasión, fue tan inmenso que sus “su vida”, como denominaba el teatro, queda en un segundo plano para los espectadores. La capacidad de Bergman de captar el rostro y las sensaciones humanas en un lente de una cámara cinematográfica era increíble, te hacía vivir las angustias, felicidades

Cruzar la calle

Hora pico, es imposible creer que hay tantos carros en el mundo, y los modernos y caro que son, y eso que estamos en crisis, cuando salgo a visitar el caluroso pavimento reflexiono sobre mi situación, seré yo el único que estoy jodido (yo sé que no) pero tantas naves en la autopistas me hacen pensar eso (por cierto por donde andará la mía, tengo que resolver eso). El jeepeton parado en la esquina con las luces intermitentes impide que vea el flujo del tránsito bien, el 50% del trayecto al otro lado tendré que hacerlo semi-ciego si este hijo de puta no se mueve. Antes de poner el pie sobre el pavimento que daría comienzo a la marcha hacía la mitad de la calle, el bocinazo me friquea y me abalanzo hacía atrás. Podría esperarse que fuera unos cartones animados, pero no, no venía nadie tan cerca fue el desgraciado del jeepeton que finalmente decidió moverse. Ya con la vista clara emprendo la marcha, el ejercito de carro esta a una distancia prudente, cruzando la vía viene en la misma proez

¿Qué decir de Cinema, los blogeros y el cubano Alejandro?

El placer de escribir es el mismo de leer, sublimado por unas gotas más de intimidad Stendhal Desde el inicio del día, me preparaba netamente a que mis movimientos fueran del cuarto al baño y viceversa, nunca pensé que terminaría en un largo trayecto de canciones, conversaciones sin sentidos, y un consumo de alcohol libe de límites de cualquier tipo. Me planté para conocer un nuevo lugar, Mi Taverna, ubicado en la Lincoln, en la misma plaza del eterno “Trío Café”, me situé en compañía de par de “frescolas” y los dueños para ver el juego de pelota, y allí, entre conversaciones bilingües, llegó la llamada que cambio la noche para siempre. “Ven para Cinema que yo invito” me dice la voz del otro lado, y en unos cuantos minutos ya iba en camino. (…) sin olvidar que esa llamada salvo mi vida porque había botado la tarjeta de débito y no tenía como moverme, de no ser por esa llamada, a lo mejor hubiera tenido que caminar a pie para mi casa (…) Cinema, acogedor como siempre, me recibió entre c

La musicalización es el gran ausente en el cine dominicano

En la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha realidad. Arthur Schopenhauer Los constantes fracasos del cine dominicano, de donde solo han salido una que otra película viva, se ha atribuido a un gran número de cosas: las actuaciones, la historia, la dirección, entre otras. Pero el gran ausente, incluso de aquellas que han sido “mejorcita” ha sido la música. En nuestro nuevo “boom” de cultura, la ambición ha sido inmensa, cantidad de cineastas se han arriesgado por la pantalla grande y la mayoría de ellos hubiera deseado no haberlo hecho. Las películas dominicanas se han caracterizado por carecer de un sin número de elementos técnicos, pero la musicalización ha sido siempre la gran ausente. En un país tropical, en donde la música la lleva todo el mundo en el alma, ningún cineasta criollo se ha preocupado por que su película contenga la dramatización ejemplar que brinda la música de sentido fílmico, centrándose solo en los sonidos obligat