Ir al contenido principal

Derecho del hombre

Lo que les voy a comentar no está escrito en ninguna acta, no lo ha dicho nadie famoso, no es algo que este declarado en la Biblia o en la declaración de los derechos humanos. Lo que les comento es una especie de oda a un derecho del hombre por estar escrito en nuestra sangre, en nuestro sudor, en nuestro nombre; ese derecho es la televisión.

Si bien se dice que el perro es el mejor amigo del hombre (yo no estoy de acuerdo) la televisión debe ser la mejor amiga, es más, la confidente, ella junto a ese pequeño remoto que la hace vibrar tienen una relación incomparable con el hombre.

Al romperse un matrimonio, como lo ha dictado la historia, el hombre pierde derecho de todo, en la mayoría de los casos las mujeres se hacen de un monopolio con las pertenencias porque simplemente es así, hemos sido, somos y seremos sus esclavos siempre, pero la tele ¡coño no! Ese aparato es de nuestra pertenencia porque si.

Muy bien personifico esto Al Pacino en su rol del teniente Vincent Hanna en la película Heat (1995) al encontrar al hombre con que su mujer se estaba acostando viendo televisión.

“I'm angry. I'm very angry, Ralph. You know, you can ball my wife if she wants you to. You can lounge around here on her sofa, in her ex-husband's dead-tech, post-modernistic bullshit house if you want to. But you do not get to watch my fucking television set!” (“Estoy incomodo Ralph, estoy muy incomodo, te puedes acostar con mi esposa si ella quiere. Te puedes quedar todo el tiempo que quieras tirado en el sofá, en la estupida postmodernica casa de mierda, pero bajo ninguna circunstancias te quedarás viendo mi Tele”) Vincent Hanna.

Y es que el hombre prende la televisión para lo que sea, siempre tenemos algo que ver en la tele, no es como las amas de casa que ven una novela ahora y otra ahorita, siempre nosotros tenemos algo que ver: los videos musicales, los programas de televisión, los deportes, los resúmenes de los deportes, las noticias, la pornografía, la lucha libre, etc… y aunque no la veamos la necesitamos allí prendida.

Créanme no es algo machista ni nada por el estilo, ustedes se pueden quedar con todo lo que quieran excepto con la maldita televisión, nadie le da más uso a esa fiel amiga como los hombres.

Es que todo el que hacer diario del hombre de alguna u otra forma va con ver algo en la tele. Cuando se levanta prende la tele, cuando sale del baño prende la tele o cambia el canal, cuando llega del trabajo, al mueble y a prender la tele, antes de acostarse un poco de tele.

Hablamos me voy a ver televisión aquí la escena de la película Heat.
*Gracias a Pedro Sandoval

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Las rutas por donde escapo

Desde de temprano me desayuno con letras, para calmar las tenciones que me ofrecen las primeras horas de la mañana, trato de evitar las “mismas vainas” que presenta la prensa pero siempre me atrapa. Me pierdo en los escritos de Joan y en la catarsis de Alexei , me deleito del sabor del Chef y busco refugio en las anécdotas de Cheluca , en lo que tomo aliento después de que el día conspira con mi “tranquilidad” me transporto a las ocurrencias de REL y de Manuel para luego sentir las transpiraciones de Bebel y Álvida. La música se confunde entre Rock y Trova mientras un llanto interno espera con ansía otro espacio que me transporte a un lugar lejano y me siento afortunado porque me doy cuenta que puedo ver la Luna a cualquier hora del día. Un aguacerito encantador ha llegado a mí últimamente y para no mojarme tanto busco techo en el laberinto de Damián y así voy creando más respiro que asfixia. Caminando por espinas, prendo un cigarro y pido un deseo, y me llega la pesadilla reali...

Captando: Naturaleza en Valle Nuevo

La dinastía sigue...en busca del 20

Es que no hay que hablar mucho, las Águilas son las Águilas, unos abusadores que ni siquiera debieran estar jugando, el premio debiera serle otorgado antes del pitcheo inicial. Es que el amarrillo es de grandeza, desde octubre cuando se mira el sol no se ve otra cosa que un águila brillando. Todos son presa de este animal majestuoso que surca los cielos y acaba con todos los que se le pasen por el frente. No voy hablar mucho, déjense de vaina qué el mambo ya comenzó, que los bates amarrillos andan sonando, que se dejen de vainas los azulitos , los rojos , los azules oscuros, los verdes y los color vino que no van para parte.