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La noche de Alberto Cortez

Fue hace ya más de una década, cuando ha comienzos de mi adolescencia visite junto a mi familia la sala principal del Teatro Nacional para presenciar uno de los mejores conciertos de mi vida.

Cortezias y Cabralidades unía la ejemplar voz de Alberto Cortez y la bohémica presencia trovadora de Facundo Cabral en un encuentro inolvidable.

Fue desde el momento en que los últimos aplausos llenaron la sala que comencé a desesperarme por ver la ocasión en que estos dos andantes volvieran a deleitarme. La oportunidad no llegó porque luego de ese momento Cortez nos visito en solitario.

Fue hace varios años atrás, que Cortez volvió a nuestras tierras y yo tonto y perezoso vi como mi hermano se vestía para junto a su novia presenciar a uno de los mejores exponentes de la música. Otro momento en el que desespere y me prometí no perdérmelo en otra ocasión.

Y así llegó julio de 2008 y a finales del mismo, un Cortez mucho más viejo pero igual de vivo, acompañado de un piano y de un micrófono en mano (aunque pudiera haberlo hecho a capella, que me cuentan lo hizo).

Ese día, sin esperanza alguna de poder visitar la Sala Principal para presenciar a Cortez, una amiga (inculta por cierto) quería regalarme unas taquillas para “una vaina ahí”, esa vaina era el concierto del querido Alberto, entonces pensé debo moverme.

La única persona que me acompañaría estaba curándose de un par de males que la aquejaron en ese momento, “si la llamo aceptará ir conmigo con tan corto aviso, tiene que hacerlo es mi única compañera para estos conciertos”, “por fin podré vengar aquel concierto al que fue mi hermano y yo me quede en casa”.

Pero no sería así, aquella dama (la belleza denominada inculta por como se dirigió a Cortez) había llamado a una compañera para preguntarle mi número, lo único fue que llamó a la única compañera de trabajo con la cual comparto varios gustos y ella ni tonta ni perezosa le dijo: “que lo que tu le va a dar a Orlando, dame las taquillas a mí”.

Y así inocente de lo que había pasado, y de lo que pudo haber pasado, me llegó la historia el lunes siguiente de una ciudadana que no se aguantaba darme envidia.

Dicen que la tercera es la vencida, entonces Cortez ¿harás otra cita? Y usted Facundo ¿Qué cuentas?

Comentarios

Miss Undestood dijo…
"No siempre gana distancia el hombre que mas camina, a veces por ignorancia, andar se vuelve rutina,no por gastar los zapatos se sabe mas de la vida, ni poco, ni demasiado, todo es cuestion de medida"...

Al igual que tu siento mucha simpatia por este celebre cantante, para mi es uno los mejores exponentes de la musica, y tambien lamente mucho el no poder disfrutarlo, me habia prometido que en su siguiente visita iria con mi padre ya que el me inculco esa musica, espero hacerlo pronto...
un beso...

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