
Para resumir una historia más reciente, primero fueron las medias rojas, jeans negro y tshit negro de Silvio Rodríguez los que después de catorce años criticaron el Teatro.
Luego vinieron los pantaloncitos apretados y gorrito de bombín de Sabina más la “facha” del bajista Pancho Varona quién se metió en problemas luego de que criticara de manera burlona lo “vestidito” que íbamos al Teatro, “Se ven tan lindo que no quiero ni molestarlos” concluyó en pleno concierto.
Además de estos dos grandes artistas han sido muchos los que han visitado las tarimas del teatro enfundados en jeans y tenis y muchos que lo harán si son invitados a tan digno lugar.
La última crítica la recibió de manos del cantautor canario Pedro Guerra, que con además de su mezcla de jeans y tshirt, deleito junto a su banda con una manada de Converse, verdes cotorras, los que todavía he quedado de comprar.
Todos estos artistas y muchos más que de ser traídos es seguro que caigan en la Sala Principal del TN como Jorge Drexler que todo y con su buen vestir (regularmente anda ensacado con “Dolce”) lo acompaña siempre con un par de “Chuck Taylors”.
En pocas palabras, con la comemierdería y el nuevo dictamen de Catana, es un nombre no la espada de los Yakuza, de que se haría más estricto el reglamento de vestimenta al Teatro definitivamente este lugar no es para trova.
Foto robada desde Catarsis.
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