
Sin embargo, por más que me gustaría hablar de las 4 horas de juego del pasado lunes, quisiera hablar del Clásico en general y del “tabú” que es en estos momentos hablar de nuestra selección.
Como ávido fanático deportivo, mis favoritos son el béisbol y el fútbol (no soccer, fútbol) y debido a esto, en estos enfrentamientos internacionales no falta la comparación entre ambos deporte, son abordar mucho, la disciplina que se tiene con esto en el fútbol aplasta totalmente al béisbol porque el World Baseball Classic todavía es para sus organizadores: un puro relajo.
No es excusa alguna que nos hubieran rechazado el “maso” de peloteros (aunque al final si nos falto una primera base neta) porque nuestro equipo, en papel, era uno de los mejores y cuidado si el mejor. Pero la falta de deseo, que yo le atribuyo la gran falta de educación, de nuestros “representantes” nos llevó a la inminente derrota a manos de una selección que más de ser sorpresa, supo mantenerse agarrado ante un equipo que claramente no le importaba ganar.
Mi reproche va también a los dirigentes de la selección, por sus decisiones con falta de criterio, por no darles oportunidad a muchachos que quieren jugar y que nos representarían mejor, por la decisión de Felipe Alou, la verdad no me gustó desde un principio, me explico:
El maestro Felipe, puede ser lo más conocedor del juego que quiera pero desde un principio mostró su cierta debilidad. En el 2006 a Acta se le perdona un poco porque era la primera vez del torneo y había que esperar para ver como todo ocurría. Ya en el segundo torneo es vergüenza para nosotros.
Fue un error creer que por ser fulanito de tal, en algún momento saldría el gran batazo, pero no fue así, esto no es “Spring Training” se nota cuando un jugador no está en forma en el primer swing y es a sentarte que vas, algo que debió haber hecho con José Guillen y con su hijo, que nada buscaba en el equipo.
Sus decisiones de no jugar agresivo le costaron, al igual que la decisión de sustituir a Willy Taveras, su bateador más inteligente, por el témpano de Moises. Introducir a Carlos Mármol en la última entrada fue el “suspiro en el biscocho”; teniendo lanzadores calientes, tirando buenos innings anteriormente decide por irse con el lanzador que menos ha tirado en el clásico para cerrar la victoria. Como dirían ahora “WTF”.
Fuera de Felipe, los periodistas y representantes de esta hermosa selección no hicieron más que sentarse a disfrutar el desastre. “El clásico habló” escuche un compatriota decir en la primera derrota dominicana, le aseguro que a él le hubiera gustado no tener la razón.
Daba gusto de verdad leer todo lo que decía Fidel en su reflexión publicada por el periódico Granma. No se quedó callado, para el era un orgullo que su selección participara en una competencia de tal magnitud a pesar de ser organizada por sus “enemigos” que claramente hicieron, de nuevo, lo imposible para ganar.
Haciendo un paréntesis, ya que me involucre rápidamente en Estados Unidos, no creo que le hubiera sido posible a ningún equipo tener adiciones de último minuto como las de los “gringos”. Brian Roberts entró en segunda ronda y fue clave para derrotar a Holanda y Evan Longoria fue introducido a la selección “USA” en la semifinal con Japón. De nosotros o Venezuela o México sufrir alguna lesión ¿usted cree que habría sido posible tener adiciones de último momento como la selección de los Estados Unidos?
Creo que está de más decir que Brian Roberts y Evan Longoria son tal vez los mejores del momento en su posición. Al igual que todo el resto de sus compañeros en la selección gringa, son piezas claves en sus respectivos equipos de Grandes Ligas.
Periodistas y directivos de gobiernos de los diferentes países alababan a sus jugadores, aquí se celebraba en silencio. Ni siquiera para este mini gusto, aquella victoria 9-0 frente a Panamá, inspiró a nuestro tan elocuente presidente, o a sus asesores (si son ellos los que escriben) a decir algo a favor o en contra de sus representantes, pero que va, nos cuesta soñar y cambiarle una que otra palabra a las reflexiones de Fidel para sentirlas de uno.
El cambio necesario del nombre de “Serie Mundial” puede que no ocurra por mucho tiempo, tal vez nunca, peor la verdad ahí que decirla, la última vez que hubo otro país que no fuera Estados Unidos envuelto en la Serie Mundial fue en 1993 cuando los Toronto Blue Jays (equipo con residencia en Canadá) derrotó a los Phillies de Philadelphia, después la tan aclamada Serie Mundial ha sido siempre entre equipos de ciudades o estados de Estados Unidos. Los chicos de la Major League debieran apreciar que la final de la NBA se llama “NBA Finals”, las de NFL “Super Bowl”, las de la NHL “Stanley Cup Finals”, debieran buscar un nombre alusivo al deporte, después de todo el trofeo es un conjunto de banderas y no un mundo como lo es el del ¡Clásico!

Yo no seré tan drástico como un amigo mío, que declaró no hablar más de pelota y hasta ahora lo mantiene, yo soy un fanático enfermo y espero con ansías las Grandes Ligas y ver a mi equipo los Atlanta Braves ganar algo por que andamos en sequía. Lo que si no me sentiré grato de apoyar es celebrar los logros dominicanos en las Grandes Ligas, tal vez los de Rafael Soriano porque está en mi equipo, pero esos logros no son más que orgullos personales no nacionales, eso ha quedado demostrado en la “bofetada” que nos han dado todos en este pasado clásico.
Pero nada, hasta abril para gritar por los Bravos. En octubre por las Águilas y por los Bravos (¡ojala!) y de vuelta en febrero por el club dominicano que avance a la Serie del Caribe aunque sean los Tigres del Licey. Y esperar que el 2013 este lleno de estrellas que quieran jugar, que practiquen desde diciembre como los nipones, después de todo, solo es cada cuatro años, y que sea Tony Peña el manager.
Los asiáticos dieron cátedra, porque incluso los de China y Taipei China daba gusto verlos jugar aunque están destinados a perder por mucho tiempo, puesto que tienen las dos mejores selecciones del mundo en su grupo.
Los mejores equipos: Japón, Korea y Cuba.
Con más corazón: Cuba, Venezuela y México.
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