En los últimos años hemos aprendido a no esperar mucho de una Feria que constantemente pone más cosas en exhibición que aperitivos culturales que uno pueda consumir, pero fue grata la noticia de escuchar que habría un “Pabellón de Comic” aunque a fin de cuentas me encontraría con más de lo mismo.
Pabellón del Comic

Como todos los años me hago mis innumerables visitas a la Feria del Libro, encima de haber trabajado en dos de ellas, ya es como decir “estuve allí y vi eso” así que fui directamente a la novedad el “Pabellón del Comic”.
Como apenas era el segundo día (fui el martes) el pabellón no estaba del todo completo pero el desaire fue inmediato cuando se me anunció que todo lo que estaba allí: comics, paquitos (que es lo mismo), dibujos, pinturas, ilustraciones; era todo de exposición y no estaba a la venta.
Mi incomodidad bajo un poco al conocer a varios de los artistas a los cuales procuro entrevistar en el transcurso de la Feria, pero volvió a su punto más alto cuando me informaron que al frente si tenían un stand de venta en el cual uno solo encontraría Mangas mediocres, revistas de videojuegos, libros de pintar y solo paquitos de “Archie” y “Condorito”.
Uno diría que con el auge que esto lleva después de Junot Díaz y la cantidad de adaptaciones cinematográficas de superhéroes, siendo el año pasado una de las mejores con Hulk II, Iron Man y The Dark Night. Al parecer todavía necesitamos crecer un poco más en esta cultura para que un pabellón de “paquitos” pueda tener en alguna ocasión buenos materiales.
Vueltas y vueltas
Uno diría que la Feria es perfecta para darse un coro “pendejo y barato” y es verdad. Yo todos los años compró libros en la Feria, siempre en los últimos momentos de la misma, pero mientras tanto uno tiende a lanzarse para encontrar una que otra actividad cultural o simplemente darle dos o tres vueltas a la Plaza de la Cultura viendo los diferentes personajes que se dan cita allí y lo que los dominicanos, cómicamente, entendemos a veces por “cultura”.
Des-amor-dazado

Mi buen amigo Alexéi diría: “Por fin fuiste a ver mi perfomance” y lo respondería: “la verdad es que no pudo ser un mejor día”.
En otras ocasiones no había podido asistir al “desamordazamiento” de Alexéi pero en una visita al ¨Pabellón Juvenil en el que primero conversé con el director Robert Cornelio era hora de finalmente ver el aclamado perfomance de mi poético amigo.
Antes que todo, hay que destacar el valor y la fuerza que se necesita para hacer este tipo de cosas y Alexéi es una persona que tiene todo eso de sobra. Aplaudo su coraje de abrirse de esa forma ante desconocidos y espero con ansías éxito para su poemario.
El Café Bohemio

Siempre una mis atracciones de la feria. El Café Bohemio fue el sitio que no pude visitar en 2005, aunque trabajé justo al lado. Fue el lugar que en 2006 cada vez que pasaba, no había, se había acabado, o estaba full por una actividad. Fue el mismo lugar en donde el año pasado no pude ver a Junot Díaz quizás por la masa innecesaria que se dio cita a ver una de las inmediatas celebridades del momento.
Pero este año lo hice bien, ante el conocimiento de un breve pero buen concierto, llegué bastante temprano y sentado junto a una amiga, jalando aire y bebiendo agua porque ni había agua, hicimos una “yuca” sentada de una hora y media antes que comenzará el concierto. Pero al final valió la pena. Henya, Vicente y Celado se la lucieron.
A fin de cuentas la Feria del Libro es un paseo que uno lo espera con ansías, siempre hay buenas actividades que uno puede disfrutar pero el problema es darte cuenta que un 60% de las actividades buenas son a las 10:00 a.m. de un día de semana. De todas formas, ella seguirá gozando de mi presencia, aunque no de mi bolsillo porque la maña que he tomado ahora es copiar los nombres de las ediciones lanzadas en la Feria para pedirlos por Internet. En mucho de los casos sale más barato.
¡Paz!
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