Ir al contenido principal

Un corazón grande se fue sin decirme adiós

En mi corta vida nunca había tenido una relación similar con una persona de la edad de Nidia Serra, claro a mis abuelos los he querido con el alma pero esas relaciones rondan en lo maternal/paternal y/o de complices pero con doña Nidia era más de amigo de antaño, como las que tengo con personas que he denominado amigos cercanos.

Con doña Nidia tuve la cercanía que se tiene siempre con un amigo, esa relación a veces de amor/odio y se cariño no de un niño a una madre o viceversa sino de dos conocidos que deciden ser importantes uno con el otro dentro del fragmente de vida que les toco coincidir.

A mi doña Nidia me enseño que para educar se necesita amar de una manera increíble lo que uno hace y saber que uno tiene que entregarle una parte de uno a cada uno de sus estudiantes, que la creatividad proviene del corazón de un niño y que la forma de sacarselo es tocandole esa masa muscular que los libros dicen que guarda los sentimientos y eso solo se hace entregandose.

(...) Un día de octubre del 2005 una niña entregó un cuadro mucho más grande que lo establecido para el concurso de pintura precedido por Nidia Serra [no por la Primera Dama -OJO-] y mientras doña Nidia le explicaba a la madre el tamaño de como deber ser el trabajo yo me encargaba de decirle a la niña, hoja en mano, donde debía de pintar. En vez de llevarse su cuadro, la niña le pidió a doña Nidia que me lo diera a mí. Desde ese momento, y a pesar de las tantas veces que nos sacamos de quicio, supe que una gran persona estaba a mi lado. (...)

Yo la disfrute en vida mi querida amiga y mis recuerdos me permiten revivirla cada día. Las navidades ya no serán lo mismo, te perdono que te hayas escapado sin despedirte, un día de estos me la cobro.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Las rutas por donde escapo

Desde de temprano me desayuno con letras, para calmar las tenciones que me ofrecen las primeras horas de la mañana, trato de evitar las “mismas vainas” que presenta la prensa pero siempre me atrapa. Me pierdo en los escritos de Joan y en la catarsis de Alexei , me deleito del sabor del Chef y busco refugio en las anécdotas de Cheluca , en lo que tomo aliento después de que el día conspira con mi “tranquilidad” me transporto a las ocurrencias de REL y de Manuel para luego sentir las transpiraciones de Bebel y Álvida. La música se confunde entre Rock y Trova mientras un llanto interno espera con ansía otro espacio que me transporte a un lugar lejano y me siento afortunado porque me doy cuenta que puedo ver la Luna a cualquier hora del día. Un aguacerito encantador ha llegado a mí últimamente y para no mojarme tanto busco techo en el laberinto de Damián y así voy creando más respiro que asfixia. Caminando por espinas, prendo un cigarro y pido un deseo, y me llega la pesadilla reali...

Captando: Naturaleza en Valle Nuevo

La dinastía sigue...en busca del 20

Es que no hay que hablar mucho, las Águilas son las Águilas, unos abusadores que ni siquiera debieran estar jugando, el premio debiera serle otorgado antes del pitcheo inicial. Es que el amarrillo es de grandeza, desde octubre cuando se mira el sol no se ve otra cosa que un águila brillando. Todos son presa de este animal majestuoso que surca los cielos y acaba con todos los que se le pasen por el frente. No voy hablar mucho, déjense de vaina qué el mambo ya comenzó, que los bates amarrillos andan sonando, que se dejen de vainas los azulitos , los rojos , los azules oscuros, los verdes y los color vino que no van para parte.