
"We are not gonna quit. We are gonna survive this." The Road (2009, Jonh Hillcoat) adaptación del libro de Cormac McCarthy
Siempre se ha dicho como el cine y la literatura se han convertido en mensajes de anticipación sobre lo que sucede en el mundo. Antes de que el ser humano pisara la luna, ya en el cine y en la literatura la luna era un lugar cualquiera que visitar; antes de que Estados Unidos eligiera a Obama como presidente, ya la literatura y el cine se había cansado de presentar un presidente de color para la nación norteamerican. Ahora, no me estoy atreviendo a decir que estamos a punto de recibir visitas de otro planeta, pero el panorama grisaceo y solitario que tantos libros como películas nos han mostrados es un futuro inevitable y hay que comenzar a pensar en ello.
La preocupación y mis declaraciones no vienen solamente por el hecho de que varios países se encuentren en posesión de armas que puedan llevarse medio continente en segundos, sino también por las alarmente actitudes tomadas por seres humanos con armas más pequeñas y hasta sin ellas.
El radicalismo creo que es el arma más peligrosa que tiene el ser humano [está en cada uno de nosotros, sin excepción] e irónicamente a servido para los cambios más drásticos de la sociedad. Toma, tal vez, el pensamiento más simple para que un ser humano desee que las cosas no deben de ir como van, tomen por el ejemplo los países del medio oriente, las revueltas presentadas recientemente en Tunicia (Repíublica Tuneciana) y otro atentado en donde mueren varias personas a cuestas de un joven armado en Estados Unidos son causas claves de que en un futuro estaremos dentro de una novela de Cormac McCarthy. Eso es claro, si alguien no se nos adelanta y nos enseña el camino a las malas.
Vuelvo y repito (aunque no descarto porque este mundo es demasiado grande) que no digo que recibamos visitas de otro planeta un tanto hostiles con nosotros [porque si vienen, de seguro los atacamos primero] pero si creo que [tomando en cuenta lo radical] algún copiado de Ra's al Ghul o de Tyler Durden decida tomar las decisiones en sus manos y acabe con medio planeta para que la otra mitad entienda.
Hay que dejar de ignorar puntos tan claro como el calentamiento global, la estupidez que es andar armado y la creencia ridícula de que una bandera te hace diferente ser humano (existe más diferencia social real en la adquisición económica, la historia está ahí para el que no lo cree), basta de creer momentaneamente en lo que te dijo Wall-E cuando fuiste a la sala de cine y comenzar asumir la responsabilidad de que el mundo, dentro de unos años no será el que conoces y la única suerte que tal vez uno tendrá es no estar vivo para asumir la culpa.
Claro está, millones mueren en el medio oriente y yo aquí no puedo sentirme aludido por más 2 segundos, porque yo aquí en el caribe ¿qué puedo hacer? (*Whatever Works de Woody Allen). Ahora lo que tenemos que tener claro es que no es una realidad tan lejana a la de nosotros, nada más tenemos que ver nuestra gran relación amorosa con nuestros compañeros de isla. Allá no puedo pelear, pero evitemos que algo similar suceda cerca de nosotros, a lo mejor de esa forma a McCarthy le tome más tiempo en escribir como se verá el planeta tierra “dentro de poco”.
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