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Nueva ley: deje de quejarse de las filas en el banco y lea un libro

Es una pela lo entiendo, una pela muy grande aventurarse en estos días hacer algún tipo de transacción físicamente en los bancos de nuestro país, no solo por el hecho de que medio mundo cobra entre los días 25 y los 30 sino porque casi una totalidad de ese "medio mundo" parece que no estuvo presente en la repartición de educación y entre nunca saber lo que realmente quieren hacer una vez lleguen al cajero y la actitud de quienes lo atienden uno fácilmente se puede morir.

Pero en este caso quejarse no sirve de nada, el mar de gente que está frente a usted no se va mover más rápido, todo lo contrario, usted puede retrasar fácilmente el "flujo" por algunos minutos si se pone el traje de imbécil que lleva la mayoría; entonces, en un mundo en donde existen los celulares inteligentes y/o tablets distraigase con cualquier cosa que encuentre en línea o preferiblemente [y como en algunos bancos son ñoños que uno esté en la fila con al electrónico] lea un libro, lea un libro de cuentos.

Las historias breves y cuentos son géneros de lecturas predilectos para estos momentos, también el hecho de que los libros en los que normalmente están impresos son bastante manejables así que puedes leerlos de pie y no son tan largos para requerir una absoluta tranquilidad porque sabes que lo que estas leyendo lo puedes dejar en cualquier momento cada vez que termine una historia. En pocas palabras te da la facilidad de leer una historia, levantar la cabeza y notar que te falta un mundo por recorrer hasta llegar a la caja y volver a encerrarte en otra pequeña historia como las que saben contar Hemingway, Fitzgerald, Junot Diaz, Juan Dicent, Armando Almanzar o el tan mencionado Juan Bosch.

Leer en la fila del banco también elimina la horrible "small talk" que le da por hacer al completo extraño indeseable que tienes al frente [o detrás], con la cabeza enterrada en un libro solo tienes que levantar la mirada en tono amenazante y ya nadie más te habla y también, leer en estas situaciones, ayuda a acabar un poco con el problema universal de que no hay tiempo para nada.

Así que sal, compra esos libros de cuentos que te interesan en tu librería más cercana [o sea Amazon] y la próxima vez que vayas a un banco entre los días 25 y 30 y tenga que esperar en fila tal vez no sea tan agobiante…. al menos que estés resacado.

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