My mouth already broken up, las manos que no las siento, el miedo constante de contraer una fiebre endiablada por el cambio de temperatura entre la calle y los apartamentos make me realize that it was probably not a good idea to come to NY at this time of the year.
Eran los primeros días de mi viaje de desquite; por el momento era: “Fuck DR, embrace NY, bitch” por lo tanto era necesario aprender rápido a lidiar con el frío porque estar trancado en un apartamento no era una opción.
Pero ahora no quiero hablar de mis odiseas on the frozen streets of Manhattan, sino hablar de mis encuentros cercanos con la calefacción de las residencias que gozaban de mi presencia.
If was kind of a shock for me to actually hear the heater talking to me at middle of the night, en serio, la vaina se pasaba la primeras horas de la noche llamandome con un constante “pssssss”, after that it was a whole weir conversation which I ended up replying: “Shut the fuck up!, dejame dormir coño”. I could hear my auntie probably saying: “Irene (my loving mother) me mandó un maldito loco para acá fue”.
Luego de unos días me acostumbré a los sonidos y las conversaciones “marsianicas” de la calefacción de mi habitación, i think i probably spoken to it a couple times i came home drunk from downtown.
Como si escuchar y hablar con la calefacción no fuera suficiente, hearing people banging on the heater so the super turn on the heat did it!. Está gente se está volviendo loca, arropensé bien coño, im from DR and you don´t see me crying like a bitch (until now).
La verdad es que los primeros dos o tres días fueron un poco complicados, mientras me quedaba en mi habitación recorría, como es lo normal, a cualquier libro que tuviera cerca, but try changing the pages wearing some fucking gloves.
Empero, me adapte a la cambiante temperatura que viví en NY hasta el punto de que extraño el golpe frío cuando abría la puerta entre el 115 de Vermileya y la misma Vermilyea Ave. Hasta bautizamos las temperaturas con nuestros propios términos: de madre, que pica y de pinga which means: “Fucking cold!”.
Eran los primeros días de mi viaje de desquite; por el momento era: “Fuck DR, embrace NY, bitch” por lo tanto era necesario aprender rápido a lidiar con el frío porque estar trancado en un apartamento no era una opción.
Pero ahora no quiero hablar de mis odiseas on the frozen streets of Manhattan, sino hablar de mis encuentros cercanos con la calefacción de las residencias que gozaban de mi presencia.
If was kind of a shock for me to actually hear the heater talking to me at middle of the night, en serio, la vaina se pasaba la primeras horas de la noche llamandome con un constante “pssssss”, after that it was a whole weir conversation which I ended up replying: “Shut the fuck up!, dejame dormir coño”. I could hear my auntie probably saying: “Irene (my loving mother) me mandó un maldito loco para acá fue”.
Luego de unos días me acostumbré a los sonidos y las conversaciones “marsianicas” de la calefacción de mi habitación, i think i probably spoken to it a couple times i came home drunk from downtown.
Como si escuchar y hablar con la calefacción no fuera suficiente, hearing people banging on the heater so the super turn on the heat did it!. Está gente se está volviendo loca, arropensé bien coño, im from DR and you don´t see me crying like a bitch (until now).
La verdad es que los primeros dos o tres días fueron un poco complicados, mientras me quedaba en mi habitación recorría, como es lo normal, a cualquier libro que tuviera cerca, but try changing the pages wearing some fucking gloves.
Empero, me adapte a la cambiante temperatura que viví en NY hasta el punto de que extraño el golpe frío cuando abría la puerta entre el 115 de Vermileya y la misma Vermilyea Ave. Hasta bautizamos las temperaturas con nuestros propios términos: de madre, que pica y de pinga which means: “Fucking cold!”.
Comentarios