Detenerse y mirar no es algo muy dominicano o muy de una persona local, el turista se detiene y mira porque ha eso es que va o viene, pero el local se le pasa la vida y no se detiene, eso nos pasa a nosotros a cada rato. En estas constantes etapas de desgracias, que le puede costar a uno detenerse a deleitarse con un atardecer en el malecón y gastar las plantas de los pies una noche en la Zona Colonial. Así se respira un aire nuevo y diferente, te da tiempo para reflexionar, para inspirarte, para hacer un post, escribir un poema, empezar un libro, enamorar una muchacha, compartir un beso, en fin, solo les digo hagan como vengo haciendo yo desde hace mucho rato, como hacen los fotógrafos y como yo, los aspirante a, en serio, vale la pena, deténganse un ratito y miren, quien sabe lo que puedan encontrar.